De la perversión a la pureza

El desenfreno sexual enferma a multitudes de personas tanto en lo físico como también en lo emocional, en lo espiritual y en lo mental. La lascivia ha destruido muchos hogares, y por ella muchas iglesias no cuentan con las fuerzas para vencer. Millones de personas son esclavas de sus pasiones. Las naciones que dieron rienda suelta a tal libertinaje en tiempos pasados han caído bajo el juicio de Dios que abomina esas perversiones. Satanás está atacando las normas de la honestidad y el decoro en nuestra sociedad. Pero, no desmayemos. Dios nos ha provisto los principios y también provee la ayuda que necesitamos para mantenernos puros a nosotros mismos y a nuestras familias. El autor de este libro nos señala al Salvador quien nos libra de las perversiones y nos enseña el camino de la pureza